La sostenibilidad es uno de los retos principales de nuestra sociedad y, sin duda, desde cualquier rincón del mundo y cualquier actividad se debe hacer frente a este desafío. En línea con esta premisa, el sector de la construcción también ha de contribuir con nuevas fórmulas que no solo disminuyan el impacto medioambiental durante la edificación de los proyectos, sino que durante la vida útil de las construcciones estas sean lo más eficientes posibles. Por ello, en Por Metro Cuadrado hemos querido contar con la experiencia de José Ignacio Esteban como Director General de Avintia Industrial, la división del Grupo Avintia especializada en construcción industrializada. Hoy, José Ignacio nos habla sobre el surgimiento de ÁVIT-A, los objetivos planteados y de todo el camino que le queda al sector por recorrer.
Pregunta: Grupo Avintia lanzó en agosto de 2020 un proyecto pionero que da un paso más en cuanto a construcción industrializada: ÁVIT-A, su sistema integral de construcción industrializada. Cuéntenos, ¿qué llevó a Grupo Avintia a realizar esta apuesta tan importante?
José Ignacio Esteban: La apuesta de Grupo Avintia por la construcción industrializada, ámbito en el que es un referente en nuestro país, es imparable desde hace años, ya que solo a través de este modelo lograremos nuestro objetivo de evolucionar la construcción al siglo XXI. Es esta una de las razones por las que, en julio del pasado año, lanzamos ÁVIT-A, nuestro sistema integral de construcción industrializada con el que estamos revolucionando y abanderando la transformación del sector y con el que tenemos grandes perspectivas de crecimiento como Grupo.
«Casi el 100% de los elementos estructurales de la construcción serán industrializados»
P.: En este camino no van solos, cuentan con partners de primerísimo nivel. Háblenos de ellos y sobre cuál es su aportación en este sistema integral de construcción industrializada.
J.I.E.: Exacto. ÁVIT-A ha sido concebido como un entorno colaborativo y, para ello, integramos a 15 partners multinacionales líderes de sus respectivos mercados. Este entorno donde priman las sinergias y la complementariedad es lo que nos está permitiendo dar un paso más en el amplio y extenso campo de la construcción industrializada, ya que gracias a la suma de todos conectamos el proceso de diseño y fabricación hasta el ensamblaje. Para ello, empleamos técnicas de vanguardia, que nos dan la posibilidad de integrar las soluciones que han sido desarrolladas de forma concreta por cada uno de los partners para los proyectos que ponemos en marcha desde ÁVIT-A.
En ese sentido, la principal aportación de Grupo Avintia al sector con ÁVIT-A será que, en el medio plazo, casi el 100% de los elementos estructurales de la construcción serán industrializados. Con esto queremos decir que estos elementos serán ensamblados en fábrica o bien llegarán a la obra para ser directamente ensamblados allí.
Actualmente, los partners que dan vida a nuestro ecosistema de I+D +i son Saint-Gobain, Schneider Electric, KÖMMERLING, Wallex, Daikin, Orona, LG, Baxi, Jacob Delafon, Aclimar / A360, Soler & Palau, Sika, Aldes, Gerflor, RIB e ILOQ.
P.: Grupo Avintia asegura que va a transformar definitivamente la actual situación de la construcción en el mercado inmobiliario. ¿En qué va a consistir esa transformación?
J.I.E.: Con ÁVIT-A estamos creando una industria de la construcción más dinámica, flexible, eficiente, responsable y, por supuesto, sostenible. Desde el inicio, ÁVIT-A ha sido concebido como un nuevo proceso constructivo y colaborativo sin límites en el diseño y esto, en la construcción industrializada, supone toda una revolución y romper con los estereotipos de que la construcción prefabricada no deja lugar a la creatividad.
Va a ser una transformación integral, de todos los procesos, desde el planteamiento del proyecto hasta el mantenimiento del edificio durante toda su vida útil, pasando por la planificación de compras y la ejecución propiamente dicha. Introducimos la digitalización en todas las fases, sensorización en los edificios que hará que tengamos información sobre los inmuebles para su mantenimiento preventivo o para mejorar la calidad del aire que estamos respirando.
Incorporamos términos como el “just in time” en la provisión de materiales, por lo que reducimos drásticamente los excedentes y los recursos destinados a almacenaje, por ejemplo. Eliminamos condicionantes que ralentizan el transcurso de una obra tradicional, como las circunstancias meteorológicas, al producir en fábrica, y un largo etcétera de variables que no tendrán parangón entre uno y otro modelo.
P.: ¿A qué dificultades se ha enfrentado el Grupo para poder lanzar ÁVIT-A?
J.I.E.: Desde hace años, en Grupo Avintia sentíamos la necesidad de dar un paso más allá. Nuestro amplio conocimiento del sector fruto de más de una década de trayectoria, nuestro afán por rodearnos siempre de los mejores no para competir, sino para crecer y ofrecer un bien diferencial, unido a la necesidad de hacer avanzar al sector, nos hizo creer en ÁVIT-A como concepto en un principio y como realidad hoy en día. Como todo proyecto, es mucho el trabajo, las horas, que hay detrás de ÁVIT-A, pero, sin duda, nos permite y permitirá afrontar con éxito el mayor reto al que nos enfrentamos: continuar abanderando la transformación del sector.
«El porcentaje de vivienda industrializada en España aún es muy bajo, apenas supera el 1 %»
P.: ¿Qué crecimiento prevén? ¿Qué objetivos se han marcado para ÁVIT-A?
J.I.E.: En cuanto a objetivos concretos, nuestra previsión con ÁVIT-A es producir en torno a las 1.000 viviendas al año. Pero en líneas generales del sector creemos que, durante la primera mitad del año, la incertidumbre aún será grande en el mercado y dependerá, en gran medida, del avance en la lucha contra el COVID-19. Sin embargo, a partir del tercer trimestre podemos esperar un repunte en la actividad -que coincidirá, además, con el inicio de la producción en nuestra planta de construcción industrializada en Aranda de Duero-, ya que la adquisición de una vivienda es una decisión meditada que los compradores tomarán en cuanto atisben un escenario de normalidad. También creemos que será una tendencia muy marcada este año y el que viene la del alquiler y, con ella, el Build to Rent, donde ÁVIT-A tendrá mucho que aportar.
P.: ¿Cuál es el porcentaje de construcción de vivienda industrializada en España en estos momentos? ¿Cómo es la comparación con otros países de Europa?
J.I.E.: Actualmente, el porcentaje de vivienda industrializada en España aún es muy bajo, apenas supera el 1 %. Pero, aunque nos encontramos lejos de las cifras alcanzadas por otras potencias europeas, con países como Finlandia, Noruega o Suecia que superan el 45 %, estamos en la senda correcta. Esto es una señal que indica que nuestro país tiene por delante un largo camino por recorrer para hacer de la industrializada la construcción predominante; un camino que, por supuesto, desde Grupo Avintia estamos liderando gracias a ÁVIT-A.
P.: Su objetivo inicial es que el 75% de la construcción sea industrializada y que los materiales lleguen a la obra directamente para ser ensamblados. Para lograrlo, Grupo Avintia quiere poner en funcionamiento 3 fábricas en los próximos años. ¿De cuánta inversión estamos hablando? ¿Cuántos nuevos empleos se prevén con la creación en estas fábricas?
J.I.E.: Nuestra primera fábrica de construcción industrializada integral, que se ubicará en Aranda de Duero, estará operativa en junio de este año y tendrá capacidad de producción de alrededor de 1.000 viviendas al año. En concreto, esta planta fruto de la alianza entre Grupo Avintia y Cemex Ventures para la creación de Wallex, ha supuesto una inversión de más de cinco millones de euros y creará entre 30 y 50 empleos cualificados directos.
Como bien dices, para 2023 pretendemos llevar adelante otras tres fábricas que contarán con características similares, de las que iremos dando más detalles en su debido momento.
«Estaremos dando lugar a edificios mucho más sostenibles y con un impacto positivo tanto en sus usuarios finales como en el entorno«
P.: La construcción industrializada supone también una apuesta medioambiental muy importante. ¿Cuáles son las ventajas y medidas sostenibles que implica este modo de construcción frente al tradicional?
J.I.E.: La construcción industrializada contribuye innegablemente a reducir la huella de carbono al disminuir de forma drástica la generación de residuos y al aprovechar mejor los materiales y recursos, ya que se produce ‘just-in-time’, como mencionábamos antes; es decir, lo que se necesita y en el momento oportuno.
Además, gracias a nuestro ecosistema de partners y la fabricación industrial, podemos reaprovechar los materiales y recursos excedentes e introducirlos de nuevo en la cadena de producción, incluso entre los diferentes socios del proyecto, dando lugar a la economía circular. Con ÁVIT-A, estimamos una reducción del 60 % en los residuos del proyecto constructivo, a lo que hay que sumar la reducción del impacto acústico en la obra, del polvo y suciedad generados, del CO2 desprendido por la maquinaria y transportes necesarios en la construcción tradicional, etc.

Estas mejoras se refieren únicamente al proceso constructivo, pero es que, además, estaremos dando lugar a edificios mucho más sostenibles y con un impacto positivo tanto en sus usuarios finales como en el entorno. Una mejor planificación, aislamiento y aireación, disminuirá las necesidades energéticas para mantener en una temperatura confortable el edificio. Asimismo, estamos cuidando las griferías y sanitarios para una reducción en el consumo de agua con tecnología que hace que el usuario no perciba menor presión ni caudal. Es decir, un suma y sigue que no acaba únicamente con el fin de la obra, sino que se mantiene durante toda la vida del edificio.
P.: Y respecto a los costes de construcción, ¿qué diferencia de precio existe entre la construcción industrializada respecto a la tradicional?
J.I.E.: Actualmente se podría decir que tenemos a igual coste, mayor calidad en el producto final entregado. No obstante, y como en todas las industrias, esto es un proceso de mejora constante y optimización por repetición. Por lo que en un futuro podremos estar hablando de un menor coste y mayor calidad.
P.: Hablemos del diseño de las edificaciones: ¿qué novedades aporta la construcción industrializada, tanto en lo relativo al exterior como al interior de las viviendas?
J.I.E.: En lo relativo al exterior, como hemos mencionado, nuestro sistema 2D nos permite proyectar sin límites al diseño, existen numerosos materiales y soluciones para fachadas que se pueden integrar en nuestra estructura autoportante para dar el aspecto y acabado final deseado y diseñado por el arquitecto.
Respecto al interior, con ÁVIT-A trabajamos un concepto que va más allá de la sostenibilidad y la digitalización, hablamos del hogar saludable y confortable, viviendas sensorizadas y conectadas que permiten adaptar el hogar a las necesidades de su usuario final, así como ofrecer información que repercute directamente en su calidad de vida y la salubridad del aire que respiran.
«El Build to Rent ha llegado para quedarse»
P.: Otra de las grandes ventajas de la construcción industrializada es la considerable reducción en los plazos de entrega, que afecta directamente a la financiación de la promoción inmobiliaria. ¿Es esta la característica que mejor acogida ha tenido entre los promotores de vivienda?
J.I.E.: Sin duda, es un gran aliciente para los promotores de vivienda. La planificación y la estandarización se erigen como dos de las claves de la construcción offsite, ya que los procesos industrializados traen consigo una mayor eficiencia al reducir hasta en un 30 % los plazos de entrega, lo que permite poner en rotación el activo en un menor periodo de tiempo y, por tanto, comenzar a recuperar la inversión antes. Esto es especialmente atractivo en el caso del Build to Rent unido a la optimización de las tareas de gestión de mantenimiento de las viviendas y edificios, ya que son proyectos pensados desde su inicio para su arrendamiento y se facilitan enormemente las tareas de mantenimiento, reduciendo drásticamente el OPEX al tenedor del activo.
P.: Precisamente hablando del Built to Rent, actualmente esta tendencia parece estar de moda. Se trata de un nuevo nicho dentro del mercado residencial en el que se prevén inversiones millonarias durante los próximos años. ¿Es la construcción industrializada una buena opción para los operadores Build to Rent? ¿Pretende Grupo Avintia introducirse en este segmento del mercado?
J.I.E.: Sin duda, sí. El Build to Rent ha llegado para quedarse. La demanda de vivienda en alquiler lleva años incrementándose al margen de la crisis y esto se debe a que el modelo habitacional que buscan las nuevas generaciones está alejado de los modelos tradicionales. En Grupo Avintia somos especialmente conscientes de esto y, por esta razón, apostamos por el Build to Rent, que tendrá su impulso definitivo de la mano de la construcción industrializada gracias a sistemas como ÁVIT-A, por múltiples ventajas, entre otras las comentadas en la anterior pregunta.
Ofrecemos un valor añadido en innovación y sostenibilidad, con la vivienda sensorizada y una trazabilidad total del proyecto que nos permite hablar de “Smart Build to Rent”.
P.: Para concluir, cuéntenos: ¿a qué retos se enfrenta este nuevo modo de construcción?
J.I.E.: Los retos a los que se enfrenta son varios. Por ejemplo, en el plano laboral, la construcción industrializada tiene que hacer frente a la imperante necesidad de detectar determinados perfiles profesionales capaces de ajustarse a este nuevo paradigma y de superar los retos que supone la industrialización en el ámbito de los recursos humanos en el corto, medio y largo plazo. En el plano normativo a veces no existe un marco acorde para este tipo de construcción o que ayude a impulsar su implantación. Pero, también a nivel social existen desafíos, como la necesidad de romper con los estereotipos que trae consigo la prefabricación de viviendas desde hace décadas.
De lo que no hay duda es de que la industrialización de un sector que supone el 7 % del PIB en nuestro país abre un nuevo abanico de oportunidades para el mercado. Además, y por encima de todo, la industrialización es la respuesta a las necesidades y carencias que plantea la construcción tradicional porque supone la profesionalización de la mano de obra, digitalización de los procesos, aumento de la sostenibilidad y producir un impacto positivo en la sociedad con nuevos perfiles profesionales, mayor inclusión y menores riesgos laborales.
Redactora en Por metro cuadrado