El equipo de Real Estate de Financial Advisory de Deloitte ha analizado las tendencias de inversión y financiación que marcarán el desarrollo del sector inmobiliario en 2021 y 2022. El informe publicado ‘Real Estate Investment & Financing Keys’, apunta a que la inversión total en el mercado inmobiliario español en 2021 alcanzará los 11.500M€. Esta cifra supone un crecimiento del 32% respecto al 2020, donde la inversión fue de 8.700M€.
Las previsiones de Deloitte se contemplan para el tercer trimestre de 2021, cuando ya haya una inmunidad de grupo frente al Coronavirus. El sector inmobiliario ha sido uno de los más impactados por esta crisis, pues ha visto paralizada buena parte de su actividad a una escala global. Como consecuencia, también se han visto afectados los hábitos de vida, ocio y trabajo. Y esto también ha ocasionado cambios en la transformación del sector hacia la integración de nuevas tecnologías y la sostenibilidad, o en la búsqueda de nuevas tipologías de viviendas, entre otros muchos aspectos.
La recuperación del turismo generará mucha actividad y beneficiará a los sectores comercial y hotelero y, por supuesto, al residencial. Por su parte, el living o residencial de alquiler (para estudiantes o residencias de mayores) se encuentra en auge debido a la brecha entre oferta y demanda, continuando así con la línea de crecimiento que ya venía experimentando antes del Covid-19.
A escala global, la inversión en real estate se vio recortada un 30% en 2020, por lo que ahora nos encontramos ante un nuevo ciclo económico expansivo, tal y como explica Alberto Valls, socio de Financial Advisory y responsable de Real Estate en EMEA de Deloitte. Por ende, el sector inmobiliario es uno de los más beneficiados para atraer inversión, según explica Valls, «dado el amplio diferencial que ofrece sobre la inflación, eso sí, siempre manteniendo políticas monetarias y fiscales expansivas e inflaciones moderadas”.
En definitiva, el mercado de financiación se ha ralentizado por el descenso en los volúmenes de inversión. Se prevé que la financiación no bancaria va a ser primordial en el impulso de la actividad durante el periodo de recuperación. Así, en España la inversión cayó en 2020 un 52% respecto a 2019, y se sitúa como la sexta economía europea en volumen de inversión. No obstante, el Programa de Ayudas de la Unión Europea Next Generation actuará como dinamizador de la inversión, de la financiación y del crecimiento económico por su efecto multiplicador.
Redactora en Por metro cuadrado