Los pronósticos sobre el estancamiento del precio de la vivienda como consecuencia de la crisis sanitaria se han ido cumpliendo de manera generalizada. En concreto, en la ciudad de Barcelona se prevé que el precio de la vivienda siga cayendo durante el primer semestre del año. Esta caída, estimada en torno a un 7%, se debe a la debilitada situación económica que atravesamos.
Entre los factores positivos que traerán consigo la progresiva recuperación de los precios de mercado, destaca la comercialización de la vacuna. Igualmente, el regreso paulatino a la normalidad junto con la vuelta de la inversión extranjera será determinante para detener la caída. Así lo estima Iñaki Unsain, principal Personal Shopper Inmobiliario (PSI) de Barcelona y presidente de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI). Haciendo balance de la situación, Unsain considera que a partir de julio y durante un semestre comenzará la recuperación del 10% perdido por la crisis.
Los inmuebles que menos han notado esta caída de precios han sido los más pequeños. Según Iñaki Unsain, los pisos de entre 50 y 60m2 serán los más rentables para invertir por los reducidos costes de compra y mantenimiento que llevan asociados. Por su parte, Ciutat Vella, Eixample, Gràcia, Les Corts y Poblenou serán los distritos más demandados por su ubicación céntrica, la calidad de los servicios y por ser un potente eje social y comercial.
Cambio en la tendencia a partir del verano
La vuelta del turismo y el consecuente aumento del interés por pisos en alquiler influirá también en este mercado, donde se espera un repunte progresivo de los precios a partir del verano hasta un 10-12%. Así, alquilar un piso de 80m2 en Barcelona costará 1.350 euros al mes. Esto es 150 euros más que a cierre del año anterior y a niveles prepandemia.
Según explica Unsain, “esta corrección de precios del alquiler vendrá marcada por la vuelta al alquiler turístico de las viviendas ahora reconvertidas al alquiler convencional”. El experto añade que “el alquiler es tendencia por el bajo nivel de compromiso y esfuerzo económico que requiere, y Barcelona seguirá siendo una de las ciudades más cotizadas, por lo que la demanda volverá con fuerza y veremos si el mercado es capaz de absorberla”.
Redactora en Por metro cuadrado