Tras un año de pandemia y cambios en el mercado y la economía como consecuencia de la crisis sanitaria, UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios) y su área de desarrollo profesional de inmobiliarios, SIRA, han presentado la VII oleada del Barómetro Inmobiliario – ‘El sentimiento de mercado de los profesionales inmobiliarios. Este estudio de percepción realizado entre más de 1.000 agentes inmobiliarios de toda España analiza la evolución y proyección futura del sector de la compraventa de vivienda residencial puesto en marcha tras el confinamiento (mayo de 2020). Desde esta fecha, y tras siete oleadas del Barómetro, una de las conclusiones es que el grado de optimismo de los inmobiliarios sobre el futuro del sector ha mejorado, pasando de un 6,7 sobre 10, en mayo de 2020, al grado de optimismo actual, con una media nacional de 7,4/10.

Este dato de valoración en clave positiva sobre el futuro de la compraventa de inmuebles tiene diferencias a nivel nacional. Entre las regiones con mejor percepción, Navarra y Extremadura, con un grado de optimismo de 8,2 respectivamente, y Canarias, con un 8/10. En el lado contrario, La Rioja (6), Aragón y Asturias, con un 6,9/10, respectivamente. Además, otro indicador de optimismo para los inmobiliarios es la situación del empleo y es que 8 de cada 10 profesionales del sector manifiestan que el número de trabajadores de sus agencias se ha mantenido estable tras los meses más duros de la pandemia.
Por otro lado, el número de vendedores es estable y con tendencia a un crecimiento moderado. Además, la cartera de inmuebles ha aumentado debido al stock derivado de las herencias. Ante esta situación en la oferta y la demanda, el cierre de operaciones de compraventa de hogares ha ido afianzándose a medida que lo hacía la movilidad. En abril-mayo de 2020, estas operaciones cayeron notablemente (-31%) y se han ido recuperando hasta situarse en el actual -1%, en un momento de estabilidad y crecimiento.

Cambio en los intereses de los compradores
Otro de los factores que ha tenido en cuenta el Barómetro han sido las preferencias de los compradores de vivienda. Si bien antes de mayo de 2020 los requisitos para la búsqueda de un nuevo hogar eran la piscina, el trastero o el garaje, ahora se priman las terrazas, los exteriores, una buena conexión a Internet y proximidad a espacios verdes. Para constatar este cambio de interés centrado en la búsqueda de espacios abiertos y bien conectados para facilitar el teletrabajo, el Barómetro señala que la demanda de viviendas unifamiliares ha aumentado entre un 5-15% y tiene previsiones de seguir creciendo.

Respecto al perfil del demandante tipo de vivienda, corresponde a personas de entre 35-55 años, de nacionalidad española y con interés en ubicaciones de zonas periféricas o alejadas de las grandes urbes. Respecto a los precios, tras un periodo de tensión y presión a la baja, como consecuencia de la situación de crisis y el cese de la actividad durante los meses de confinamiento domiciliario, los inmobiliarios coinciden en la estabilidad actual y a medio plazo. Además, prevén una menor caída de lo que estimaban a inicios de la pandemia.
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