El sistema integral de construcción industrializada de Grupo Avintia, ÁVIT-A, permitirá disminuir tanto el número como la magnitud de las incidencias postventa que suelen generarse tras la entrega de un inmueble hasta en un 80%, así como facilitar y acelerar la resolución de estas y, en general, las tareas de mantenimiento del edificio. Ello será posible gracias a “la exhaustiva monitorización y mayor trazabilidad de los proyectos, grandes ventajas intrínsecas de este tipo de procesos constructivos”, como indica José Ignacio Esteban, director general de Avintia Industrial. Este área corresponde a la división que ha desarrollado e impulsado ÁVIT-A, que nace con el objetivo de lograr que casi el 100% de los elementos del proyecto constructivo sean industrializados, es decir, lleguen a la obra listos para ser ensamblados o vengan integrados en la estructura de fábrica.
En este sentido, la planificación y la estandarización se erigen como dos de las claves de la construcción offsite, ya que los procesos industrializados traen consigo una mayor eficiencia al reducir hasta en un 30% los plazos de entrega, pero también la optimización de las tareas de gestión de mantenimiento de las viviendas y edificios, contribuyendo a incrementar las ratios de rentabilidad de los activos inmobiliarios y la calidad de vida de los usuarios finales. “La industrialización es patente desde que se conceptualiza y diseña un proyecto hasta que se entrega al usuario final, con el mantenimiento posterior que un inmueble conlleva. Nosotros, desde Grupo Avintia, hemos querido llevar la industrialización a su máxima potencia, de ahí que hayamos creado ÁVIT-A, una nueva forma de entender la construcción que es posible gracias la convergencia de las principales marcas del sector”, afirma José I. Esteban.
De esta forma, Saint Gobain, Schneider Electric, KÖMMERLING, Wallex, Daikin, Orona, LG, Baxi, Jacob Delafon, Aclimar / A360, Soler & Palau, Sika, Aldes, Gerflor, RIB e ILOQ son los partners que forman este ecosistema de I+D+i cuyas sinergias permiten reducir costes, plazos, siniestralidad laboral, generación de residuos e impacto en el medioambiente, entre otros beneficios, al concentrarse un porcentaje cada vez mayor del proceso constructivo en fábrica.
Aumento de la calidad en la edificación
Gracias a la precisión milimétrica que permite la industrialización se consiguen mantener las características para las que cada elemento ha sido concebido sin perder, en ningún momento, la calidad y las prestaciones en las diferentes fases del proceso constructivo: desde el diseño y fabricación hasta el ensamblaje. Así, la calidad que ofrece la construcción industrializada, junto con la normalización de los procesos facilita el mantenimiento predictivo de los elementos que configuran las edificaciones. Introducir la digitalización con todos los parámetros del proyecto y el cruce de información (big data) permite conocer la obsolescencia de estos elementos y responder con mayor rapidez y precisión en términos de tiempo y forma a las incidencias que puedan surgir, así como evitar problemas mayores durante la vida útil del inmueble.
Además de esto, el sistema ÁVIT-A, gracias a su ecosistema de partners, permite asegurar el stock de producto en cada proyecto concreto, sin tener que improvisar sobre la marcha cambiando la calidad del proyecto diseñado, gracias al cambio en los procesos de compra y al compromiso con la calidad de todos los integrantes del sistema. En ese sentido, José Ignacio Esteban remarca que “la mayor calidad y certidumbre de los proyectos gracias un control estricto de los elementos y recursos del producto final, así como de los procesos en fábrica, es posible gracias a la progresiva industrialización de la construcción, algo que no sería posible si en ÁVIT-A no contásemos con las soluciones y prestaciones de marcas de reconocido prestigio en los diferentes sectores, en los que son líderes”.
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