Cuando comencé la carrera en el sector tuve que enfrentarme los habituales obstáculos que muchas mujeres tuvimos que hacer frente y, que afortunadamente, se han ido limando. Y es que, mi género, en ocasiones, provocó que no fuese tomada con la misma consideración que hubiese recibido un perfil masculino.
A pesar de que es innegable la creciente presencia femenina en puestos directivos en el Real Estate, sigue siendo uno de los sectores más masculinizados en España. Hasta hace no muchos años, el sector estaba conformado aproximadamente por un 70% hombres y un 30% mujeres; no olvidemos que la presencia de mujeres en los consejos de las cotizadas sube cada año. Según el INE, en 2021, el porcentaje de mujeres en el conjunto de consejos de administración de las empresas que forman parte del IBEX 35 ha sido del 30,7%, 3 puntos superior al del año anterior.
A día de hoy, cuando acudo a jornadas sectoriales percibo que, aproximadamente, el 50% de las asistentes son mujeres, es decir, el número ha evolucionado, reduciéndose la diferencia de forma sustancial, y lo más importante es que las mujeres hemos comenzado a asumir puestos de liderazgo y de decisión.
Me vienen a la mente las interminables conversaciones con mi madre sobre su carrera profesional, y los avances que ella y las mujeres de su generación han conseguido, permitiéndonos avanzar a una velocidad de crucero impensable tan solo dos hace dos décadas; únicamente siento sobre mis espaldas la responsabilidad seguir consolidando un camino que ellas comenzaron con innegables obstáculos.
«Las mujeres necesitamos de referentes para evitar determinados problemas como el denominado síndrome del impostor”
Aún queda camino por recorrer, sobre todo porque las mujeres necesitamos de referentes -cómo yo los tuve- para evitar determinados problemas como el denominado “síndrome del impostor”, qué es aquel que predomina en un 75% de mujeres (según arrojan los datos de un reciente estudio de KPMG) al pensar que no están lo suficientemente preparadas para asumir determinado cargo o responsabilidad. Yo, de hecho, lo sufrí y lo afronté con más trabajo, es decir, analicé mis fortalezas reales y trabajé mis debilidades, pero nunca me dejé controlar por un pensamiento que era irracional; de hecho, es el principal consejo que ofrezco a todas aquellas agentes que comienzan su carrera en eXp.
Es indudable el avance realizado por nuestras predecesoras, acompañadas por la multitud de legislaciones que han salido adelante para apostar por una igualdad real entre hombres y mujeres, pero debemos plantearnos que uno de los puntos cruciales es, efectivamente, la escasez de referentes femeninos en el mercado, lo que nos lleva a preguntarnos ¿por qué? La mayoría de las empresas argumentan cómo principal motivo la dificultad para conciliar derivada de una alta movilidad geográfica y la poca flexibilidad, lo que favorece una segregación vertical.
En este sentido, creo y afirmo que la pandemia ha marcado un importante punto de inflexión que ha demostrado que la tecnología es una herramienta fundamental y necesaria para acompañar y sustentar una conciliación real; que los modelos de inmobiliarias tradicionales en las que es necesario un espacio físico para poder llevar a cabo un trabajo, que, los más de 76.000 agentes de nuestra red llevan años desempeñando a través de un espacio online no son necesarios, es más, son un sobrecoste.
Una de las opciones para, incluso, contar con referentes a nivel internacional es el metaverso, un espacio de realidad 3D inmersivo que permite empaparte del talento existente a lo largo y ancho del planeta, sin entender de barreras físicas limitantes; algo que, también, nosotros venimos practicando desde el año 2013.
La tecnología, las directivas que a día de hoy realizan su trabajo impecablemente y una suma de fuerzas comunes entre hombres y mujeres son, sin duda, las claves que debemos seguir para reducir aún más la brecha de género en el real estate de cara a 2023. No tengo duda de que vamos por el buen camino.
Managing Director de eXp España