La inversión extranjera ha regresado con fuerza al mercado residencial español tras la pandemia: el sector inmobiliario cerró el primer trimestre del 2022 con una inversión de 3.600 millones de euros, un 50% más que en el mismo periodo del 2021 y un 28% por encima de la media del primer trimestre de los últimos cinco años. De hecho, según datos de la consultora Cushman & Wakefield, esta cifra podría cerrar el año en 12.500 millones.
Un dato que pudiera resultar paradójico a razón de la incertidumbre macroeconómica en la se encuentra inmersa Europa y España, en particular, en los últimos meses con la subida de la inflación a niveles no vistos desde hace 40 años y la subida de los tipos de interés como medida de contención y corrección por parte del Banco Central Europeo.
Las causas de la creciente actividad de compraventa en España por parte de los extranjeros se deben a la convergencia de diferentes factores. En primer lugar, la pandemia se ha tratado de un factor movilizador. Tras unos años de restricciones que fomentaron el ahorro, los inversores han contado con la liquidez suficiente para poder lanzarse a por nuevas propiedades, unido al hecho del buen retorno de la inversión de los activos españoles y sus atractivos precios frente a los de Europa y EE. UU. Un ejemplo es la compra de fincas mallorquinas por alemanes cuyo nivel adquisitivo es superior al de los locales de la zona, representando el 60% de los compradores en la región el pasado año.
Ni que decir tiene el empuje y tendencia al alza de la práctica del teletrabajo, que ha provocado que tanto trabajadores nacionales como extranjeros se planteen otros lugares de residencia. Una muestra es que Madrid, Barcelona y Las Palmas han sido incluidas en el ranking mundial de las mejores empresas para teletrabajar elaborado por WorkMotion.
Otro de los factores que ha dinamizado el mercado inmobiliario es la devaluación del euro hasta el punto de alcanzar su paridad con el dólar. Mientras este hecho lastra al comprador nacional, que nota como pierde poder adquisitivo, esta situación ha alentado y favorecido a aquellos inversores internacionales que se han podido efectuar transacciones a un coste inferior.
En esta línea, España es un país que no ha perdido su atractivo a ojos foráneos pese al paso del tiempo, ¿cómo están moviendo ficha los inversores extranjeros? A finales de 2021, ocho de cada diez propiedades ubicadas en la costa española fueron adquiridas por inversores foráneos. Un dato que muestra el interés extranjero por invertir en el mercado residencial de nuestro país cuando la coyuntura económica ha favorecido estas operaciones.
A la hora de elegir ubicación, la costa mediterránea sigue siendo la ubicación preferida por los extranjeros. En este sentido, por orden de preferencia, según el volumen de operaciones, la provincia de mayor reclamo foráneo es Alicante, seguida de Málaga y las islas Baleares y Canarias.
A estos motivos se suma el caso de ciudades como Málaga, que, en los últimos años, ha mejorado la competencia de sus servicios, su conexión internacional y nacional, la calidad de sus infraestructuras, al mismo tiempo que no renuncia a los atributos que les caracteriza como ciudad costera.
No obstante, el perfil de los inversores extranjeros no es homogéneo para todas las zonas españolas. De esta forma, la inversión en vivienda de lujo se concentra en zonas como la Costa del Sol, emplazamiento en el que se encuentra al alza y ha alcanzado niveles récord durante 2022. Lo mismo ocurre en las Islas Baleares, la comunidad autónoma donde se paga a mayor precio el metro cuadrado al encontrarse un 60% por encima de la media nacional.
Especial atención merece también el segmento de hospitality para el que se estima que la inversión alcanzará los 3.000 millones de euros; build to rent que ya acapara una inversión total de 2.000 millones de euros; y el logístico dado que las rentas muestran un incremento paulatino.
Siempre lo he mantenido; España es un país que ofrece multitud de posibilidades debido a su accesibilidad y, actualmente, el inmobiliario se sigue posicionando como valor refugio, lo que permite al país encontrarse en un momento dulce gracias un apetito internacional, que, previsiblemente se extenderá a lo largo de lo que nos queda de año.
Managing Director de eXp España