El ejercicio 2022 va a ser el año de los fondos europeos Next Generation por excelencia para el sector inmobiliario. En cuanto al impulso que van a suponer para la vivienda asequible, así como para mejorar el parque de vivienda haciéndolo más sostenible. Estas ayudas europeas están enmarcadas dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) cuyo volumen total suma 6.820 millones de euros. De los cuales, 3.420 millones de euros están destinados a la rehabilitación para la recuperación económica que se desglosan en 1.994 millones para la rehabilitación de edificios, 976 millones para la rehabilitación de barrios y 450 millones para cubrir las deducciones fiscales previstas.
Ahora nos encontramos en un momento en el que el Gobierno está remitiendo estos días, a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, las resoluciones adoptadas por los fondos europeos las transferencias a las Comunidades Autónomas para la construcción de vivienda social y rehabilitación del parque inmobiliario español haciéndolo más eficiente. Hay que señalar que la mayoría del parque actual tiene de media una antigüedad de 45 años puesto que en su gran mayoría son viviendas que se construyeron en los años 70 y 80.
Para la vivienda social, se acaban de transferir a las comunidades autónomas, Ceuta y Melilla 500 millones de euros con el fin de construir 10.000 viviendas sociales de alquiler asequible. Y este importe es solo la mitad de lo que está previsto destinar a este objetivo (1.000 millones de euros).
En paralelo, la rehabilitación de edificios prevista también comprende los inmuebles públicos de las comunidades y ayuntamientos con una partida total de 1.080 millones de euros. En la misma línea, en la búsqueda de la sostenibilidad de los edificios existentes, se van a destinar 50 millones de euros para restaurar edificios en los municipios con menos de 5.000 habitantes.
¿La sostenibilidad será por fin una realidad?
La demanda de viviendas sostenibles se ha incrementado mucho, a esta demanda responden mejor sin duda las edificaciones de obra nueva. Pero una buena eficiencia energética también se puede conseguir mejorar desde la rehabilitación el parque edificado, por eso es tan importante la llegada de los fondos Next Generation.
La llegada real de estos ansiados fondos supondrá una oportunidad para fomentar la eficiencia energética del envejecido parque inmobiliario de España y para conseguir por fin tener el parque de vivienda asequible que tanto necesitamos. Además, la pandemia ha disparado la demanda de viviendas sostenibles, no solo por las nuevas formas de vida si no por el encarecimiento de la luz o de la energía, que ha hecho más necesario reducir el consumo y mejorar la eficiencia de los inmuebles.
Según los estudios, una vivienda reformada ahorra entre un 20 y un 30 % de consumo energético si se lleva a cabo una buena rehabilitación enfocada en mejorar las condiciones de las envolventes de la vivienda. ¿La forma de hacerlo? Rehabilitación de fachadas y cubiertas —envolvente del edificio— uso de energías renovables en instalaciones (calefacción, refrigeración o agua caliente) o medidas de diseño pasivo que reduzcan los consumos y mejoren el comportamiento térmico del inmueble (protecciones en fachada, ventilación cruzada e iluminación natural son buenos ejemplos). Todo se traduce en las famosas tres ‘R’: reducir, reciclar y reutilizar.
La inversión en sostenibilidad no solo revierte de manera inmediata en los consumos de la vivienda (reduciendo de manera importante las facturas) si no que es el único camino viable para dejar a las generaciones venideras un fututo sostenible.
Desde WIRES vemos que los fondos europeos son una oportunidad real para de verdad dar un salto gigante en la eficiencia energética de nuestras ciudades. A través de la rehabilitación, los nuevos desarrollos sostenibles o la rehabilitación de barrios serán una realidad. Con estas medidas, de verdad se podrá incidir en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y las ciudades que habitamos.
«Gracias a la inyección de los fondos Next Generation en los próximos dos años deberíamos ser capaces de rehabilitar 500.000 viviendas»
¿Esto qué significa? Actualmente la calificación energética más común de las viviendas españolas es la E, y el 84 % del total de viviendas está en los tres últimos puestos (E, F o G), según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Lo que se traduce en que cuatro de cada cinco edificios en España son ineficientes energéticamente. La explicación es su año de construcción, antes de los años 80, donde no había casi regulación energética. Por lo que gracias a la inyección de los fondos Next Generation en los próximos dos años deberíamos ser capaces de rehabilitar 500.000 viviendas mejorando su calificación energética. Eso sí, un reto complicado cuando hemos estado rehabilitando unas 25.000 viviendas al año.
Dentro de las ayudas que comunidades y ayuntamientos han solicitado tanto a nivel barrio como residencial, también cabe destacar que es clave la gestión efectiva y a tiempo de los fondos, de ahí que sea indispensable la creación de “oficinas de rehabilitación” para la prestación de servicios que faciliten la gestión y el desarrollo de las actuaciones programadas en los ámbitos ERRP (Entornos Residenciales de Rehabilitación Programada).
Por último, a la vivienda sostenible también contribuyen las hipotecas verdes, puesto que normalmente van condicionadas a la eficiencia energética de los inmuebles, y, además, se han convertido en objetivo estratégico de los bancos. El Banco Central Europeo (BCE) estudia formas de premiar a las entidades que tengan más productos verdes en cartera, reduciendo provisiones del mismo, por lo tanto, se produce un incremento de márgenes. Asimismo, si se implementaran beneficios fiscales al realizar reformas de eficiencia energética en las viviendas, sería una gran medida para activar de manera inmediata esas inversiones tan necesarias.
Estamos ante una oportunidad única que no podemos dejar pasar, tenemos que conseguir que dentro de unos años miremos hacia atrás y veamos que 2022 fue el año del cambio y que los fondos europeos Next Generation nos ayudaron a convertir una tendencia en una realidad. Debemos realizar un cambio visible y eficiente en nuestras ciudades y nuestros edificios. A por ello, tenemos mucho trabajo por delante.
Presidenta de WIRES