Un año que empezaba incierto y dudoso tras un 2020 ‘en blanco’ ha tenido un final feliz con un balance muy positivo. El número de operaciones que se estiman para el cierre del ejercicio alcanza ya las 564 transacciones entre fusiones y adquisiciones y tanto anunciadas como cerradas, un 14% más que en 2020, acumulando un total de 10.577 millones de euros, un 41,76 % por encima que el pasado año. El ejercicio 2021 ha sido para el sector inmobiliario un total y completo avance sentando las bases de lo que se espera sea un gran año 2022 para el real estate. Ya se han alcanzado los niveles de inversión prepandemia por lo que se espera seguir creciendo y avanzando.
La vivienda ha sido el eje pivotante del sector y el que más alegrías le ha dado. El segmento residencial destinado al alquiler sumó, solamente en los seis primeros meses del año, más de 1.000 millones de euros. A esto se suman nuevos fondos especializados, lo que en conjunto ha situado al residencial en alquiler como el segundo mercado de inversión inmobiliaria en Europa con un volumen de más de 24.000 millones.
Otro punto importante fue el anuncio de la llegada en 2022 de los fondos Next Generation destinados a la rehabilitación de vivienda y al apoyo para la creación de nuevo parque de vivienda asequible.
La Administración también ha hecho su aportación al crecimiento del sector con la movilización de suelo público. Solo en la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento aprobó la cesión de 25 parcelas para la promoción de 2.500 viviendas para régimen de alquiler asequible en régimen de derecho de superficie de 45 años. También ha adjudicado 5.406 hogares en régimen de concesión administrativa a 50 años como iniciativa dentro del Plan Vive.
Lo que 2022 le depara al sector inmobiliario
La vivienda seguirá protagonizando el panorama inmobiliario nacional a través de todas sus vertientes. El auge del build to rent en el alquiler, del producto asequible por la colaboración público-privada, y a la venta por el desbloqueo de grandes desarrollos urbanísticos (Madrid Nuevo Norte entre otros ejemplos).
Junto a ella, a nivel sector será necesario avanzar en diversas áreas que conforman el sector inmobiliario. La digitalización y transformación tecnológica del sector tiene aún camino por recorrer. Tanto de procesos como tecnología aplicada a la construcción son áreas con bastante margen de mejora. Del mismo modo, la construcción también necesita incorporar a sus procesos un método sostenible que facilite el cumplimiento de los ODS y la implementación de los indicadores ESG para todo el sector.
Otro de los desafíos de 2022 será la profesionalización del sector en el área de la formación de mano de obra. Actualmente nos encontramos una situación en la que, por una parte, la mayoría de las empresas son PYMES, y, por otro, es un oficio que se está perdiendo por falta de transmisión a generaciones futuras. Convertir este segmento en industria pasa por la formación profesional orientada a cubrir las necesidades reales del sector. Esto traerá consigo nuevas oportunidades.
Por su parte, crear un parque de vivienda asequible es otra vertiente importante que el sector deberá afrontar. En este aspecto, es mandatorio la colaboración público-privada que agilicen procesos. Para el próximo año, se espera una nueva Ley del Suelo y la aprobación de los cambios de normativas urbanísticas del PGOUM.
El último gran reto que se le presenta al inmobiliario en 2022 son los fondos Next Generation.
¿Qué supondrán los fondos Next Generation para el sector inmobiliario?
De primeras, los fondos Next Generation suponen partidas de 1.000 millones de euros para la creación de vivienda pública en alquiler y de 3.410 millones para la rehabilitación de vivienda actual, lo que directamente es un soplo de aire fresco para el sector que ha traído consigo un gran sentimiento de esperanza, pero habrá que saber gestionar correctamente para que se traduzca en cambios estructurales de calado.
El primer actor que debe entrar en escena para la buena consecución de los fondos Next Generation será el sector privado que, con su ayuda, junto con un marco jurídico estable que garantice la inversión, hará realidad la canalización de estas ayudas. Palancas macro que beneficiarán esta realidad son: la seguridad jurídica y normativa, y potenciar en la demanda de particulares la rehabilitación, lo que se conseguirá gracias a un esfuerzo de comunicación por parte de la Administración para que la población general conozca estas ayudas y cómo solicitarlas informando de transformaciones fiscales y cambios regulatorios. En conjunto, estas medidas harán posible el cambio.
Tras la puesta en marcha de estas acciones, les seguirían la creación de una industria destinada a la rehabilitación, la cual, además, debería perdurar en el tiempo tras los fondos Next Generation. Con esto volvemos a la colaboración público-privada para impulsar el emprendimiento y profesionalización de la rehabilitación en el país. Otras áreas de actuación serán el apoyo a la creación de viviendas asequibles y mejorar las ciudades en su conjunto.
En definitiva, estamos experimentando un proceso de cambio en el sector que hay que saber aprovechar e impulsar desde todos los actores que formamos parte de él. Desde WIRES estamos trabajando en todas las áreas citadas: participamos activamente en mesas de debate, congresos, observatorios y en mesas de trabajo del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid; fomentamos la formación con un área de colaboración con distintos organismos y empresas para mejorar la educación especializada aumentando los niveles de empleabilidad; y hemos organizado distintas mesas redondas en las que se han tratado los fondos Next Generation, con la participación de administraciones públicas y expertos del sector. Seguiremos al lado de un sector inmobiliario que demanda atención y cambio con bastante celeridad.
2022 se presenta como un ejercicio al que todo el sector le está esperando con ganas. Desde WIRES le seguiremos, como siempre, de cerca. Solo esperamos que nos resuelva dudas que aún siguen latentes en el sector como qué pasará con la vivienda social, si se asentará de una vez por todas; si la industria de la rehabilitación será una realidad; y si se materializarán nuevas estructuras de gestión público-privadas.
Presidenta de WIRES