Los precios suben sin límite aparente y las leyes clásicas del mercado deberían predecir una reducción en las transacciones de compraventa de productos. En efecto, así lo hacen en la mayoría de los sectores, pero la vivienda parece ser la única que consigue huir de esta tendencia pese a que la inflación también está golpeando a este mercado.
La incertidumbre económica provocada por los conocidos acontecimientos que rodean Europa ha generado un aumento considerable de los precios: el valor medio de la hipoteca en España aumenta un 8,1% con respecto al año anterior, fijándose en más de 146.000 mil euros. Además, los tipos de interés han registrado este año la subida más alta de la historia de la zona euro, un 0,75%.
Entonces, ¿cómo puede ser que el mercado de la vivienda parezca ser el único que esté siguiendo sus propios ciclos? Así lo revelan los datos oficiales, pues durante el primer semestre del presente año, el INE registró un aumento destacado de casi el 21% en las transacciones con respecto al mismo periodo del curso anterior. Concretamente, un total de 384.717 compraventas en los seis primeros meses del 2022, lo cual supone un indicador suficiente para considerar la fortaleza y estabilidad del mercado inmobiliario en tiempos de dificultad económica como el que atraviesa España.
Un mercado que, además, ha venido siguiendo una serie de tendencias especiales, marcadas, evidentemente, por la atipicidad de la situación actual y que hemos analizado desde Comprarcasa: en primer lugar, la tradicional hegemonía de la segunda mano sobre la vivienda nueva se acentúa más en este periodo. De hecho, 8 de cada 10 compras han sido de inmuebles de segunda mano, según los datos del INE, superando así el porcentaje de 2021.
Otra característica del mercado inmobiliario del primer semestre de 2022 es la preferencia del piso frente a la vivienda unifamiliar. Las transacciones de pisos aumentan en un 8%, mientras que en viviendas unifamiliares solo lo hacen un 1,5%. La diferencia de precios entre ambas ha sido determinante para provocar esta desaceleración en el número de compraventas.
Cabe destacar, asimismo, que el comprador tiene preferencia por las hipotecas a tipo fijo con respecto al préstamo variable en este periodo del mercado. Aunque tradicionalmente han sido valores que han estado a la par, en 2022 más del 70% de las hipotecas concedidas han sido a tipo fijo.
Estas tendencias, tan complicadas de predecir, parece que van a continuar en lo que resta de año. Así lo afirman los profesionales consultados en la XII edición del Barómetro Inmobiliario de UCI y SIRA. De acuerdo con este informe, algo más de la mitad de los profesionales inmobiliarios españoles (52%) espera que las operaciones se mantengan al mismo nivel o se incrementen durante el último trimestre de 2022, mientras que el 44% de agentes vaticina una moderación o descensos de entre el 5% y 15% en el cierre de operaciones.