Adentrarse en el mundo de la tecnología blockchain y la tokenización puede ser como abrir una puerta misteriosa que te sumerge en un universo paralelo, con un idioma que te cuesta entender. Así que, tirando de esa pedagogía financiera que siempre defiendo, voy a intentar aclarar uno de los términos más utilizados en estos mercados: el token, revelándote, además, las diferencias entre los distintos tokens existentes.
Para empezar, aclaremos el concepto: un token es una unidad de valor emitida por una organización para un determinado uso dentro de esa entidad. Así, se usa para representar algún tipo de activo no monetario o derechos especiales dentro de una blockchain, como los derechos de voto; o para dar acceso anticipado a un producto que desarrollará la empresa que lo emite.
Un origen ancestral
Hay que remontarse al siglo XIX para encontrar el origen de este término que hoy se ha vuelto popular en el medio digital. Y es que los tokens eran la forma que tenían algunos terratenientes para pagar a sus peones por sus labores. Entonces, éstos eran piezas similares a una moneda, que podían canjearse por mercancías y víveres en las tiendas del propio señor. No obstante, perdían todo su valor si intentaban utilizarlas en cualquier otro lugar.
Hoy en día, los casinos continúan funcionando con este tipo de tokens, que en su caso son fichas a las que se les asigna un valor económico que puede ser intercambiado por dinero dentro del propio casino, pero que pierden su valor fuera de éste. Y lo mismo ocurre, por ejemplo, con los tickets para montar en las atracciones de una feria.
En el mundo digital, los tokens representan una forma de intercambio de valor dentro de una red de blockchain, y pueden utilizarse para comprar o vender bienes y servicios, o para representar una participación dentro de esa red.
Existen dos tipos de token, los utility, o de utilidad, y los security, o valores. La principal diferencia entre unos y otros está en el uso previsto y la funcionalidad de cada uno de ellos.
Utility Tokens
Los utility tokens son participaciones que otorgan a su propietario una garantía de acceso a un determinado producto o servicio futuro. Generalmente, son creados por empresas que buscan financiación para un proyecto, ofreciendo su producto una vez hayan conseguido la financiación suficiente.
Dada la falta de regulación que los envuelve, los utility token no están diseñados para ser una inversión financiera. Por el contrario, son la base de lo que va a ser una gran disrupción: la de una nueva forma de interactuar entre las empresas y los usuarios. Y es que este tipo de tokens pueden utilizarse para incentivar a los usuarios de determinado protocolo o proyecto, de manera que aquellos que aportan al crecimiento se ven recompensados, creándose un ciclo virtuoso en el que el valor agregado se reparte entre todas las partes participantes o stakeholders.
Sin duda esto merece un monográfico en el que podemos entrar en otro artículo.
Security Tokens
Por el contrario, los security tokens son activos digitales que derivan su valor de un activo tangible que puede negociarse y que está completamente regulado. Guardan una gran similitud con las acciones tradicionales, están sujetos a las regulaciones locales que rigen los valores, y las empresas que los emiten deben presentar toda la documentación y garantías de los mismos.
De hecho, lo más sorprendente de los security token es la forma en que han redefinido completamente el significado de propiedad y cómo democratizan bienes que ahora pueden ser redistribuidos equitativamente entre personas de todo el mundo.
En conclusión, las principales diferencias entre los dos tokens son las siguientes:
SECURITY TOKENS | UTILITY TOKENS |
---|---|
Regulados por las leyes de cada país | Sin regulación |
Requiere la aprobación de las autoridades de control de títulos del país | Distribución y emisión rápida |
Representan parte del valor de la empresa o producto financiero | Canjeables por productos o servicios de la empresa emisora |
Valor asociado al de la empresa | Valor altamente especulativo |
Permiten la participación directa y el voto dentro de la empresa y del proyecto, a no ser que se establezcan otros derechos en el contrato de compra | Sin derecho de participación ni de voto en la empresa, aunque en una DAO (Organización Autónoma Descentralizada) se le puede dar determinados derechos de voto |
Su emisión requiere cumplir con las regulaciones AML(Anti Money Laundering), o prevención del blanqueo de capitales; KYC (Know Your Customer), o conoce a tu cliente; y todas las aplicables al caso | No es necesario cumplir con las reglamentaciones AML (Anti Money Laundering), o prevención del blanqueo de capitales; y KYC (Know Your Customer), o conoce a tu cliente |
Resumiendo: los tokens son muy útiles en una amplia variedad de transacciones en el mundo blockchain, pero es importante saber qué estás comprando cuando inviertes tu dinero en ellos. Mientras que un security token concede derechos de participación en futuros ingresos o sobre el aumento del valor de la entidad emisora, un utility token ofrece derechos de acceso a servicios o productos dentro de la blockchain, garantizando la digitalización de los derechos.
En cualquier caso, antes de invertir en uno u otro, lo más importante es saber quién los emite, qué ofrece y, por supuesto, no jugar con ellos como si estuviéramos en un casino.
CEO de Reental