Hoy tenemos el honor de conversar con los tres socios del prestigioso estudio de arquitectura Bueso-Inchausti & Rein Arquitectos: Alejandro y Edgar Bueso-Inchausti y Pablo Rein.
Desde su fundación en 1983 por los arquitectos Alejandro y Jorge Bueso-Inchausti y Pablo Rein, el estudio cuenta por decenas los proyectos que acumula a sus espaldas en estos casi 40 años de trayectoria. Todos ellos de alto nivel — en línea con la estricta filosofía que caracteriza al estudio —, con una proyección internacional a gran escala y avalados por un amplio reconocimiento que se sostiene en los numerosos premios nacionales e internacionales (entre los más recientes: el Premio ASPRIMA-SIMA 2021– Mejor actuación inmobiliaria en vivienda por el proyecto Habana 75; el Premio COAM + 10 2021, por las Viviendas en el Paseo de la Habana 175 y 177; o el Premio Loop Design Award 2021, por el complejo residencial Madroños 27 y 29) que destacadas entidades y organizaciones del sector les han concedido en todo este tiempo.

175-177 (Premio del Ayto. de Madrid 2001, Premio ASPRIMA-SIMA 2004 y Premio COAM + 10 2021)

(Premio COAM 2010)
Pregunta: Buenos días y muchísimas gracias por colaborar con Xm2 | Por Metro Cuadrado en esta entrevista. En primer lugar, quisiéramos destacar la versatilidad de su estudio, que no solo desarrolla proyectos residenciales, sino que también los ejecuta en el ámbito de la arquitectura terciaria o en materia de urbanismo. ¿Esto es algo que estaba así planteado desde el inicio? ¿Consideran que es uno de sus puntos diferenciales?
La profesión de arquitecto, como otras muchas, es muy extensa. Tanto como los diferentes espacios con sus diferentes usos que podemos necesitar. El arquitecto se forma con la vocación de poder contribuir a dar forma a cualquiera de ellos. Son las circunstancias del desempeño profesional las que lo especializan más o menos en los diferentes tipos de proyectos. Lógicamente, esa especialización se retroalimenta. Cuantos más proyectos haces de un tipo, más experiencia acumulas y más te asocia el mercado a ese producto. Así es que no, no había un planteamiento inicial, y sí, el dominio y experiencia en determinados proyectos te acaba diferenciando.
P.: Entre el historial del estudio destacan proyectos como los edificios de la Universidad Europea de Madrid, ESADE o la Universidad de Chamartín (en construcción); edificios de oficinas, como Alius, o numerosas viviendas en Madrid, por ejemplo, en el Paseo de la Habana -muchas ya emblemáticas-, o en Bucarest, como las recientes Torres Up-site en Rumanía, etc. ¿Cómo se abordan estos proyectos de tan alta envergadura?
En los ejemplos que pones se mezclan proyectos ejecutados con otros que no prosperaron. En todos, el abordaje es similar y tiene que ver con el proceso inductivo en el que, a partir de las múltiples premisas que afectan al proyecto, se llega a una solución. Una de las infinitas posibles. Según las condiciones del proyecto, unas premisas tienen más peso que otras: programa, normativas, presupuesto, geografía, geometría etc. Por supuesto, en función de la experiencia, o su falta, en el tipo de proyecto que se aborda, el proceso de recabar información necesaria se orienta y varía enormemente.

Foto: Efraín Méndez

(Premio ASPRIMA-SIMA 2016).
P.: Nos imaginamos que para dar cobertura a esta tipología de proyectos es necesario contar con un gran equipo. Háblenos del equipo que integra Bueso-Inchausti & Rein Arquitectos…
El equipo que integra un estudio depende más de su filosofía profesional y su visión empresarial que del tipo de encargos que tenga. Como ya se ha comentado, es la vida la que te especializa más que tu vocación. En nuestro caso, siempre hemos querido mantener un equipo pequeño y muy competente, capaz de abordar con garantías cualquier encargo. Podemos hacer una analogía con un francotirador o alguien armado con una ametralladora: el francotirador tiene pocos disparos y debe acertar en el blanco. Para ello debe estar muy preparado y estudiar muy bien las circunstancias antes de disparar. Con la ametralladora, una vez que se disipa el humo, hay que ver qué piezas abatidas son aprovechables.
«Aplicamos la industrialización de las viviendas tanto como podemos y, en el sector residencial de lujo, cobra enorme importancia el control de calidad que permite»
P.: La eficiencia y la sostenibilidad son hoy en día dos de las cuestiones más importantes en la construcción. ¿Cuál es el grado de importancia de estos dos aspectos en sus proyectos?
La eficiencia y la sostenibilidad siempre han sido fundamentales en la buena arquitectura. Lo que ocurre es que ahora son un mantra político que inunda todo, y se piensa que antes eran aspectos que no se cuidaban o no se abordaban con la intensidad debida. No es cierto, no se puede hacer un buen proyecto sin que sea eficiente en el sentido más amplio del término: eficiente térmicamente, tanto pasiva como activamente, eficiente constructivamente, usando técnicas y materiales adecuados al entorno geográfico, social, cultural etc. Y debe ser sostenible, lo que significa que lo sea en el tiempo, para lo que debe ser un espacio útil por tiempo indefinido, materialmente duradero y económicamente viable.
P.: La industrialización de las viviendas es otro de los puntos que vienen pisando fuerte en los últimos años. ¿Ustedes la aplican en sus proyectos? ¿Qué grado de implantación tiene en el sector del residencial de lujo?
La industrialización tiene dos aspectos a tener en cuenta. Conlleva la seriación de elementos constructivos y/o la automatización de sus procesos de fabricación, con lo que se obtienen ventajas económicas y, muy importante, de control de calidad. Las técnicas de fabricación permiten, cada vez con mayor libertad, industrializar los procesos de fabricación sin tener que renunciar a la singularidad de los elementos que se fabrican para servir a un proyecto concreto, permitiendo al arquitecto seguir dando respuestas libres y únicas en sus proyectos. La aplicamos tanto como podemos y, en el sector residencial de lujo, cobra enorme importancia el control de calidad que permite.



P.: El estudio está dirigido en la actualidad por 3 socios: Alejandro, Pablo y Edgar. ¿Qué caracteriza al estilo propio de cada uno de ustedes?
Hace muchos años escuché en una entrevista a un arquitecto, de cuyo nombre sí quiero acordarme, pero no lo consigo, decir que los arquitectos somos artistas colectivos. Me pareció entonces una boutade, ya que el arte siempre se ha asociado a la creatividad y el proceso creativo a la individualidad. Pero con el tiempo ha ido cobrando sentido. Para que varios arquitectos trabajen juntos, evidentemente han de tener bastante afinidad en sus “emociones plásticas”, si no, no podrían hacerlo. Dicho esto, por mucha afinidad que haya, sistemáticamente se suscita una discusión sobre los proyectos de la que salen enriquecidos. Ahí es donde cobra sentido el término artista colectivo.
«En las últimas décadas, la arquitectura se ha dislocado de la mano de la técnica, construyendo formas desconectadas de la función»
P.: ¿Cómo ha evolucionado la arquitectura desde 1983 hasta nuestros días? ¿De qué forma ha participado el estudio en esa evolución?
La arquitectura avanza o retrocede, según se mire, de la mano de las técnicas constructivas y de los usos sociales. Es importantísimo para el avance la sociedad, es decir, que los usuarios que ven y usan la arquitectura, aprendan a valorarla tanto plástica como funcionalmente. En este sentido, cuanto más culta es una sociedad, más aprecia y disfruta, o sufre, la arquitectura. En las últimas décadas, en mi opinión, la arquitectura, o cierto tipo de arquitectura, se ha dislocado de la mano de la técnica, construyendo formas desconectadas de la función, simplemente porque es posible hacerlo. Olvidando que el mayor valor atribuible a la arquitectura es el de ser un arte útil.
Creo que la crisis del 2008 hizo un bien en el sentido de que, la dificultad de comercializar los proyectos, contribuyó a que los clientes fuesen más selectivos, decantándose, en igualdad de condiciones, cada vez más por la buena arquitectura. En este sentido, me gustaría pensar que el Estudio ha contribuido a mejorar algo la arquitectura en las últimas décadas, tanto por nuestro lenguaje arquitectónico como por nuestra visión funcional y espacial, sobre todo en los proyectos residenciales.


P.: Hablemos ahora de los proyectos ejecutados por Bueso-Inchausti & Rein hasta la fecha… ¿Qué les une? ¿Qué tienen en común?
Lo que une y tienen en común nuestros proyectos enlaza directamente con la filosofía del Estudio. El haber mantenido deliberadamente una estructura contenida que posibilitase a los socios permanecer involucrados en el desarrollo de todos los proyectos, ha devenido en una continuidad en los trabajos del Estudio que, aún evolucionando continuamente, los ha enlazado y mantenido reconocibles como nuestros. Si se compara un proyecto del Estudio de los años 80 con otro actual, probablemente resulte difícil encontrar muchos nexos, pero contemplando el conjunto de todos ellos sí se percibe esa continuidad.
P.: ¿A cuál de todos esos proyectos le tiene usted un cariño especial? Cuéntenos el motivo…
En una profesión vocacional que proporciona la gran satisfacción de ver materializados tus proyectos, todos se abordan con ilusión y cariño. La lucha está en que, en el largo proceso, el proyecto, que evoluciona, mejore. Afortunadamente solemos conseguirlo y es la autocrítica sobre el resultado de nuestro trabajo la que nos hace estar más o menos orgullosos de un proyecto. Luego, pasan los años y nuestro juicio evoluciona, mejora o empeora. A veces las intervenciones posteriores, si desvirtúan los proyectos, duelen bastante. Es mejor juzgar tu propio trabajo pasado el tiempo; se es más objetivo y más crítico. Sé que no he respondido a la pregunta, pero tenemos la suerte de tener muchos proyectos a los que tenemos especial cariño.

P.: Poniendo la vista ahora en el presente y en el futuro, ¿qué proyectos tienen en marcha ahora mismo? ¿Cuáles están en camino?
Tenemos en marcha varios proyectos, entre otros, en Madrid, un edificio para masters de postgrado en Chamartín, un edificio residencial en la calle Núñez de Balboa, un edificio residencial en Mirasierra, un conjunto de viviendas aisladas en Valdemarín, alguna vivienda unifamiliar. En el extranjero, dos torres residenciales en Bucarest. En camino, más edificios residenciales en Madrid, California y Rumanía.
«El control del detalle absorbe parte ingente de nuestro tiempo porque es fundamental en el resultado final»
P.: Seguramente haya algún proyecto arquitectónico que le gustaría desarrollar y que hasta la fecha no haya sido posible… ¿Cuál es su proyecto soñado?
Esta pregunta entronca con la especialización de que hablamos antes. El trabajo es un aprendizaje y es más satisfactorio cuanto más aprendes. Cualquier tipo de proyecto que no hayamos abordado aún es un reto apetecible. Tanto si se trata, por ejemplo, de un museo como de colaborar en el diseño de un barco.
P.: La excelencia de Bueso-Inchausti & Rein Arquitectos les ha llevado a alcanzar una gran proyección también fuera de nuestras fronteras. Con edificaciones en EE.UU, México, Suiza y Rumanía, ¿cómo trabajan en estos países?
El trabajo en otros países añade a los problemas de lejanía, que hoy día las telecomunicaciones mejoran enormemente, los derivados de las particularidades de todo tipo, especialmente normativas. Para resolverlo, lo más práctico, en la mayoría de los casos y dependiendo de la envergadura del proyecto, es contar con un socio local que colabore y sirva de correa de trasmisión durante todo el proceso de desarrollo de proyecto y construcción.

por dos torres de 14 y 27 plantas, será el conjunto
residencial más alto de Bucarest

P.: ¿En cuál de estos países hay más proyectos en el horizonte?
Nuestra actividad se centra sobre todo en España, donde tenemos más facilidad para la labor de captación de clientes y para el control y desarrollo de los proyectos. También mantenemos y cuidamos nuestros contactos en el extranjero para no perder oportunidades interesantes.

P.: Para terminar la entrevista, si tuviera que resumir en una palabra qué es Bueso-Inchausti & Rein Arquitectos, ¿cuál sería?
Puede que detalle. El control del detalle absorbe parte ingente de nuestro tiempo porque es fundamental en el resultado final.
Redactora en Por metro cuadrado