La producción de los móviles, ordenadores y otros aparatos tecnológicos que utilizamos a diario tienen un impacto ambiental importante. En plena expansión y celebración de ferias tecnológicas con productos de vanguardia y cada vez más seguidores a nivel nacional e internacional surge la necesidad de reivindicar y activar una economía tecnológica más sostenible y justa, que permita la concienciación de la sociedad sobre lo que implica la construcción de productos tecnológicos.
Los teléfonos reacondicionados son equipos usados que, una vez examinados y reparados por un equipo técnico de profesionales que los pone a punto para que sean totalmente funcionales, son puestos nuevamente a la venta. El proceso de verificación de la calidad de estos dispositivos renovados se lleva a cabo con todas las garantías para que funcione como uno nuevo.
Asimismo, este tipo de productos también lleva asociados una serie de servicios, como un período de garantía (nosotros ofrecemos una garantía de 3 años), equivalente a la garantía de los dispositivos tecnológicos nuevos; una serie de plazos para su devolución o la posibilidad de contactar con el servicio de atención al cliente.
Se calcula que el mercado de tecnología reacondicionada ha crecido en el último año alrededor de un 12%. Además de la mayor conciencia ambiental de la sociedad, la práctica de hábitos eco-responsables y la apuesta por productos cada vez más sostenibles, en este aumento ha influido la escasez global de microchips, un componente tecnológico esencial que está a punto de agotar su potencial. Esto conlleva, además, retrasos en la entrega y fabricación de tecnología de última generación que, a su vez, encarecen excesivamente el precio de los dispositivos.
En este sentido, es importante recordar que los móviles reacondicionados pueden ser hasta un 70% más baratos que un terminal nuevo. Además, los teléfonos renovados ayudan a minimizar la contaminación de los procesos vinculados al transporte de terminales, repuestos y materias primas, al apostar por teléfonos y sistemas de gestión de proximidad.
Minimizar la huella de carbono y reducir los desechos electrónicos
El nivel de impacto de la tecnología nueva y la reacondicionada también es diferente. Se ha demostrado que la huella de carbono derivada de la tecnología es alta. Sin embargo, numerosos estudios afirman que los smartphones reacondicionados evitan la emisión de aproximadamente 80 kilos de dióxido de carbono a la atmósfera y la extracción de cerca de 300 kilos de materias primas.
Los teléfonos renovados apuestan por alargar la vida de los productos ya fabricados, reduciendo así la huella de carbono y los desechos electrónicos. De este modo, ofrecen una segunda, tercera o hasta una cuarta vida del producto tecnológico. Su utilización, además, también evita la acumulación de residuos electrónicos
La huella que deja la fabricación de productos tecnológicos también requiere un consumo de agua elevado, estimado en más de 80.000 litros de agua en equipos nuevos, mientras que un reacondicionado permite un ahorro de hasta el 50% de la cantidad de agua necesaria para un producto nuevo.
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