Desde que el Banco Central Europeo decidiera plantarle cara a la inflación subiendo los tipos de interés en julio de 2022, hemos sido testigos de ocho incrementos sucesivos. El último aumento, aplicado apenas unos días atrás, ha llevado los tipos de interés al 4%, una cifra inimaginable hace apenas unos meses y que todo apunta a seguir ctreciendo. Este endurecimiento de la política monetaria ha tenido un impacto directo en el mercado hipotecario, y en este contexto, la hipoteca mixta se ha convertido en una opción cada vez más demandada entre los compradores de vivienda.
Ante los tradicionales préstamos a tipo fijo y variable, este producto está adquiriendo un lugar destacado dentro de la oferta de las entidades financieras, pues se presenta como una tercera vía que combina lo mejor de ambos modelos, ofreciendo a los compradores una interesante alternativa.
En términos generales, esta modalidad hipotecaria combina un periodo inicial de entre 5 y 15 años con un tipo fijo más ajustado que el que ofrecen las hipotecas 100% fijas. Posteriormente, la hipoteca se referencia al euríbor.
Hoy en día las hipotecas fijas por debajo del 2% han desaparecido completamente, y ahora rondan el 4%-5%. Mientras que, en el caso de las variables, las subidas de tipos tampoco atraen a los compradores, especialmente después de haber presenciado cómo este índice de referencia estuvo en terreno negativo durante más de seis años. Es comprensible que muchos clientes confíen en que, tras el periodo fijo que ofrece la hipoteca mixta, la evolución del euríbor haya dejado atrás la incertidumbre actual y evolucione a la baja a largo plazo.
Personalmente, considero que el empuje de la hipoteca mixta se consolidará si la situación geopolítica continúa presionando las economías europeas. Revisando los más recientes datos del Instituto Nacional de Estadística, resulta evidente que las preferencias en cuanto a la financiación de viviendas no son inamovibles, sino que se ajustan de acuerdo a los acontecimientos económicos.
Históricamente, las hipotecas variables fueron las preferidas hasta que en 2021 esta tendencia se invirtió. Los tipos de interés excepcionalmente bajos llevaron a que las hipotecas fijas representaran el 70,9% de los nuevos préstamos, en comparación con el 29,1% de las hipotecas variables. A día de hoy, la imagen actual muestra a un cliente que prefiere pagar la misma cantidad cada mes. La última estadística del INE, correspondiente a abril, indica que el 65,7% de las hipotecas sobre viviendas se constituyó a tipo fijo y el 34,3% a tipo variable.
Si bien las hipotecas fijas siguen dominando el mercado, están perdiendo cuota. No obstante, es importante analizar los datos del organismo público con prudencia, ya que no reflejan la actividad de las hipotecas mixtas. Los máximos del Euríbor alcanzados en julio de 2008 siguen presentes en el imaginario colectivo, y es por eso que los clientes buscan cada vez más productos que ofrezcan seguridad y estabilidad, sin sorpresas; y la hipoteca mixta es lo que mejor se adapta a dicha necesidad en 2023.
En definitiva, la hipoteca mixta se presenta como una opción atractiva en un entorno de tipos de interés en aumento. Con la incertidumbre actual en el mercado y la búsqueda de seguridad por parte de los clientes, la hipoteca mixta se consolida como una elección inteligente.
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