Siempre que empiezo a hablar de Inviertis, la plataforma de inversión inmobiliaria que dirijo, me gusta contextualizar una serie de datos que explican muy bien la necesidad de tener profesionales que den servicio al inversor.
Empiezo explicando que, como ya todos sabemos, el 95% de los propietarios de vivienda destinada a alquiler son particulares. Luego, continúo señalando que el 23% de las transacciones inmobiliarias cada año tienen como objetivo la inversión y que eso supone más de 8 billones de euros.
También suelo mencionar los cambios socioculturales que nos están llevando hacia un cambio de modelo habitacional, donde predomina el alquiler, y del que todos somos testigos… Pero el dato que más me gusta explicar es que solo el 38% de las personas que tienen capacidad para invertir lo hacen.
En ese punto, el público se mira asombrado y la pregunta de ¿por qué? asoma en su rostro solo un fugaz momento, porque la respuesta enseguida la adivinan.
Fácil y compleja a la vez.
Por miedo.
El dinero es miedoso.
Y la ignorancia, aún más.
Tenemos la frase acuñada de que el inmobiliario, en especial la inversión inmobiliaria, lo entiende todo el mundo, pero no es del todo verdad. La inversión inmobiliaria la entiende todo el mundo con la fórmula de: Comprar un piso + poner un inquilino = generar ingresos o esa otra de: Cobro 100€ al mes – 50€ de gastos= gano 50€.
Sin embargo, lo cierto es que el pequeño propietario con capacidad para convertirse en pequeño inversor le tiene un miedo atroz a invertir porque desconoce todo lo que conlleva y, el mediano inversor, muchas veces no está haciendo bien las cuentas.
Por eso, desde que emprendí con Inviertis estoy empeñada en asesorar y ayudar en la educación financiera de todos estos potenciales inversores que no saben cuánto están dejando de ganar o cuánto están arriesgando perder. En nuestra plataforma de inversión lo ponemos muy fácil. Pero si no se entienden los conceptos más básicos, casi nadie dará el paso.
Empecemos por el principio. Hay tres ejes prioritarios que miden una inversión y definen qué tipo de inversor eres.
RENTABILIDAD, RIESGO Y LIQUIDEZ. Estos tres conceptos, íntimamente relacionados con el tiempo, en economía se dibujan como un triángulo donde cuando estiras uno de sus vértices, los otros dos se ven afectados. Es crucial que los potenciales inversores comprendan estos tres ejes y cómo se relacionan entre sí.
Claro que la rentabilidad es uno de los aspectos más atractivos para los inversores. Pero las fórmulas sencillas arriba mencionadas no son reales, cada día inversores dan por buena una inversión destinada al alquiler turístico por su alto retorno anual dejando fuera del cálculo, por ejemplo, la fiscalidad de ese beneficio que puede cambiar el resultado. O están descartando en comprar un activo que apenas genera un 5% de rentabilidad anual, sin ver que el activo es una oportunidad por precio que una vez vendido llevaría su inversión a una TIR del 9%.
Sin embargo, la rentabilidad no puede considerarse de forma aislada. El mundo de las inversiones siempre implica cierto grado de riesgo, y el sector inmobiliario no es una excepción. Es esencial evaluar y comprender los riesgos asociados a cada inversión. Algunos de los factores de riesgo en el mercado inmobiliario incluyen la fluctuación de los precios, la demanda variable, los cambios en la regulación y los riesgos financieros asociados a la financiación. Un inversor informado y preparado puede reducir su exposición al riesgo y tomar decisiones más acertadas que le permitan volver a convertirse en inversor otra vez.
El tercer eje, la liquidez, es otro aspecto crucial en la inversión inmobiliaria. La liquidez se refiere a la facilidad y rapidez con la que se puede convertir una inversión en efectivo. A diferencia de otros activos financieros, como las acciones, los bienes inmuebles suelen requerir un tiempo considerable para venderse y convertirse en dinero líquido. Esto puede limitar la capacidad de un inversor para acceder rápidamente a sus fondos en caso de necesidad. Es fundamental tener en cuenta el horizonte temporal de la inversión y asegurarse de contar con otras fuentes de liquidez en caso de emergencia.
Una vez comprendidos estos tres ejes, es importante que los profesionales ayudemos a los inversores a desarrollar un perfil claro y definido. Cada individuo tiene diferentes objetivos financieros, tolerancia al riesgo y horizonte temporal que depende mucho de su situación personal o capacidad de generar ingresos. Algunos pueden ser inversores conservadores, buscando estabilidad y seguridad, mientras que otros pueden estar dispuestos a asumir mayores riesgos en busca de mayores rendimientos. Es fundamental ayudar al inversor a conocerse a sí mismo y tomar decisiones coherentes con su perfil.
La clave para superar el miedo y la ignorancia radica en la educación y el acceso a la información adecuada y para ello, es esencial que los profesionales del mundo inmobiliario desempeñemos un papel activo en la educación de los inversores potenciales. Debemos desmitificar la inversión inmobiliaria y gestionar adecuadamente sus expectativas, mostrarles que conlleva ciertos riesgos y que no existen duros a cuatro pesetas.
Continuar educando, fomentar la confianza y brindar soluciones innovadoras son pilares fundamentales para el avance del mundo inmobiliario y el crecimiento de la inversión.
En Inviertis, nos enorgullece ser parte de ese proceso de empoderamiento y educación financiera, brindando a los inversores las herramientas y el conocimiento necesario para tomar decisiones acertadas en el mundo inmobiliario, sigamos trabajando juntos para fortalecer este sector y aprovechar todas las oportunidades que ofrece.
¡El futuro de la inversión inmobiliaria está en nuestras manos!
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