En una era en la que los productos tecnológicos y electrónicos tienen un papel destacado en nuestras vidas, la industria lanza al mercado nuevos dispositivos que pretenden sumergirnos en una coyuntura de consumo voraz y desmedido.
No obstante, esta vorágine de novedades, con características más avanzadas y un rendimiento superior, no es sostenible a largo plazo. Así lo advierte la Comisión Europea a España y a otros países de la Unión, que enfrentan ingentes desafíos y complicaciones para cumplir con los objetivos de economía circular si no logran reducir la cantidad de residuos electrónicos generados cada año.
Todo ello nos lleva a reflexionar sobre la importancia del auge del mercado reacondicionado como un factor clave para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a los ejes de la Agenda 2030. Esta hoja de ruta, establecida por las Naciones Unidas, permite abordar los problemas más apremiantes del mundo, como la educación, la pobreza, la igualdad de género, la reducción de desigualdades o la sostenibilidad ambiental.
En este contexto, los teléfonos y otros dispositivos reacondicionados cobran especial relevancia para la consecución de dichos objetivos, concretamente con dos de ellos. Por un lado, el ODS 11, “Ciudades y comunidades sostenibles”, centrado en garantizar que las grandes urbes, zonas rurales y sus habitantes sean inclusivos, seguros y sostenibles. En este sentido, el mercado reacondicionado promueve la reutilización de dispositivos, lo que a su vez reduce la cantidad de residuos electrónicos en las ciudades y comunidades.
Por su parte, el objetivo número 12, “Producción y consumo responsable”, enfocado en fomentar hábitos y patrones de consumo eco-responsable y sostenible, también está intrínsecamente ligado con un uso responsable de la tecnología en nuestro día a día. Al apostar por productos reacondicionados, los consumidores optan por una forma de consumo más comprometida. Este tipo de acciones permite reducir la huella ecológica al dar una segunda vida a terminales ya usados pero que funcionan con plenas garantías y con todas las funcionalidades disponibles en un producto nuevo. Asimismo, el reacondicionamiento impulsa la economía circular, al promover la reparación y el mantenimiento, lo que ayuda a alcanzar esos objetivos fijados para los Estados miembros de la UE y del resto del panorama internacional.
Además, el mercado refurbished no solo supone una respuesta al desafío ambiental, sino que también contribuye a un considerado ahorro económico para las familias. Al ser más asequibles para grupos amplios de población que desean móviles de gama media-alta, se potencia la influencia de este sector, y se incrementa el reciclaje y la reutilización de estos terminales, en una especie de ciclo vital imprescindible para el futuro de nuestro planeta. El mercado reacondicionado está ganando cada vez más terreno entre la sociedad, porque cada vez más empresas e individuos optan por comprar productos renovados, desde móviles, hasta ordenadores portátiles, tablets o electrodomésticos. Un aumento que refleja una creciente conciencia de la importancia de la sostenibilidad y la responsabilidad en nuestras elecciones de consumo.
En definitiva, el auge de lo reacondicionado constituye un avance en la dirección correcta para abordar los desafíos de la sostenibilidad y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Porque, siguiendo el lema de la Agenda 2030, “negar los problemas no niega el futuro”. Por tanto, es nuestra responsabilidad colectiva dirigirnos hacia un futuro más sostenible y responsable, a través de hábitos que aseguren una calidad de vida y un planeta para todos.
Iñigo Giner Sanz, country manager de CertiDeal para España
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