El sector de la construcción vive un momento de catarsis y transformación, en el que todas las organizaciones se deben plantear cambios estructurales para modernizarse y adaptarse a la nueva realidad que ya incide con fuerza en el sector.
Desde PlanRadar identificamos tres grandes retos a los que todas las empresas tienen que hacer frente. El primero de ellos es la digitalización, una de las labores que siguen pendientes para muchas de las compañías de construcción en España. Gran parte del sector todavía se mantiene conservador en este aspecto y no cuenta con un plan común para abordar este cambio. Este bloqueo se debe principalmente al esfuerzo necesario para el cambio, la escasez de mano de obra cualificada para ello y al hecho de que muchas empresas todavía no ven una claros los beneficios de llevar a cabo la transformación digital.
Sin embargo, la gran mayoría de las empresas que ha dado el paso en esta dirección consideran que una mayor inversión tecnológica les proporciona mejoras en aspectos como la planificación, el ahorro en costes y en tiempos de los proyectos, así como la incorporación de mejoras en la eficiencia ambiental. La realidad indica por tanto que, durante los próximos años, será aún más imprescindible para las empresas llevar a cabo una inversión tecnológica en herramientas de digitalización como la que ofrece PlanRadar, que les permitan seguir el ritmo de las nuevas demandas de mercado y la competencia. Los expertos coinciden en que la digitalización del sector de la construcción es un factor clave para 2023 que mejorará la eficiencia, la productividad, reducirá los costes y apoyará a la adaptación medioambiental.
Se necesita atraer mano de obra cualificada y joven
El aumento de la inflación está recortando cada vez más el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que significa que existe una presión creciente sobre las empresas para que mejoren las condiciones salariales o se enfrenten a la pérdida de sus empleados más cualificados en un mercado laboral cada vez más competitivo.
Esta situación se está produciendo de manera similar en todo el mundo, ya que la escasez de mano de obra cualificada da lugar a tácticas cada vez más agresivas por parte de las empresas para atraer a los empleados de sus competidores. Sin embargo, lo que falta aún por comprobar completamente es el efecto que tendrá la crisis del coste de la vida, ya que este aumento de los salarios está muy por debajo del nivel de inflación previsto para el total del año actual.
Pero no solo la mano de obra cualificada se resiente en la actualidad. En general, la escasez de mano de obra en el sector se considera la principal preocupación a largo plazo debido a la elevada edad de los trabajadores. El sector de la construcción se enfrenta a un camino complicado para abordar estas cuestiones y tendrá que trabajar estrechamente con los responsables políticos para encontrar soluciones a largo plazo que mitiguen esta situación, así como aprovechar la ola digital para atraer a profesionales tecnológicamente preparados y crear así una rampa de acceso para una generación joven de trabajadores de la construcción.
La transición ecológica supone una disrupción para el sector
El sector de la construcción es el mayor consumidor de energía de Europa, lo que hace necesario la implementación de medidas medioambientales para mitigar el impacto. Los gobiernos tanto a nivel nacional como internacional ya han empezado a poner en marcha nuevas políticas y restricciones con el objetivo de reducir las emisiones en los sectores más contaminantes. Es evidente que esta situación supone desde hace años un reto, pero también una oportunidad para las compañías de la construcción. Por poner un ejemplo, se espera en Europa la renovación de más de 35 millones de edificios y la creación de hasta 160.000 puestos de trabajo verdes para 2030.
Asimismo, los llamados criterios ESG, que hacen referencia a los factores de compromiso social, ambiental y seguimiento de políticas gubernamentales, son cada vez más relevantes para los inversores. Para una mayor competitividad de las empresas del sector estas deberán adaptarse a las nuevas medidas y al aumento de demanda de proyectos más sostenibles. Y para hacer frente a esta tendencia, en las nuevas construcciones será más común el uso de energías renovables, principalmente placas solares y energía eólica, y materiales sostenibles y naturales, que puedan reutilizarse en caso de que el edificio se deteriore.
Digital Consultant de PlanRadar en España