La presión de la inflación se ha convertido sin duda alguna en una de las mayores dificultades a las que se enfrenta nuestra economía y, en este sentido, una de las principales preguntas que se hace el sector de la construcción en estos momentos es cómo puede afrontar el gran aumento de los costes de los materiales. Es evidente que el colapso de la cadena de suministro a raíz de la pandemia ha afectado considerablemente al precio de los materiales de construcción y las consecuencias de las sanciones derivadas por la guerra de Ucrania han agravado aún más esta situación.
A pesar de que las obras no residenciales han sido las más afectadas en los últimos años, el aumento de los costes de construcción ha influido significativamente en el precio de las viviendas, siendo países como Francia o Alemania los más afectados por la escasez de materiales. Esta escasez no solo ha derivado en un aumento de precios, sino también en un retraso en las entregas de entre 2 y 3 meses y en un descenso en el beneficio de muchos constructores y promotores, como consecuencia de la dificultad de renegociar los contratos y presupuestos de obras ya existentes y firmados, que les ha supuesto una pérdida en los márgenes. Como consecuencia, es evidente que para las próximas obras los constructores se verán obligados a negociar una subida de presupuestos y los plazos de ejecución, así como los promotores tendrán que reestudiar la viabilidad de sus proyectos.
Las previsiones para 2023 indican que los costes de los materiales comenzarán a descender
A pesar de la realidad actual las previsiones con respecto a los costes de los materiales de la construcción nos permiten ser más optimistas. Así, según la consultora CBRE, los costes de construcción están cerca de alcanzar su máximo y se cree que el sobrecoste actual que el sector lleva cargando los últimos meses pueda llegar a sobreponerse en 2025. De hecho, tras la fuerte subida de precios en 2021 y 2022, se prevé que la disminución de la presión inflacionista en las materias primas y en los problemas con la cadena de suministro y producción de material permita ayudar a poner fin a este crecimiento de costes en la construcción más allá del 2022.
De esta forma, aunque los costes de los materiales seguirán creciendo hasta finales de año, CBRE espera que estos retrocedan a partir de 2023 y 2024 y pronostica que los costes de construcción permanezcan ligados a la escasez de mano de obra, la fluctuación de los materiales y los márgenes de contratistas.
Si bien estas previsiones son positivas, es útil llevar a la práctica varias recomendaciones para mitigar la subida de los precios, como establecer una mayor inversión tecnológica de forma que se pueda gestionar de una manera más eficiente todo el proceso de gestión de obra con herramientas que permitan digitalizar y simplificar las tareas a pie de obra, como la solución que ofrece PlanRadar, con el objetivo de ahorrar tanto en costes como en el tiempo de los proyectos.
Otra recomendación destacada es la de incluir cláusulas contractuales de revisión de precios para algunos productos o materiales, así como determinar un límite mínimo de trabajos ejecutados a partir del cual se puedan revisar los precios. De esta manera se pueden limitar algunos sobrecostes y afrontar en mejor posición, no solo el aumento de los costes de los materiales, sino otros desafíos que tiene por delante el sector, como la digitalización, la escasez de mano de obra o la presión salarial.
Digital Consultant de PlanRadar en España