La constructora ACR ha realizado un balance de su actividad en el último año y ha detallado sus planes para el medio y largo plazo, definidos en su Plan Estratégico. En este contexto, ACR alcanzó un Beneficio Antes de Impuestos (BAI) de 3,3 millones de euros en 2020, un 54% superior al registrado en 2019. Este resultado estuvo acompañado de unas ventas de 243 millones de euros (+45,7%) y una cartera valorada en 254 millones a 31 de diciembre de 2020.
“Al cierre de julio situamos nuestra cartera en 300 millones, tras contratar 13 proyectos por valor de 148 millones de euros, un tamaño de compañía con el que nos sentimos muy cómodos y que no queremos rebasar porque nos permite centrarnos en nuestra apuesta por la industrialización y en un marco de relación colaborativa”, ha indicado Michel Elizalde.
En este contexto, las ventas se situaban al cierre de julio en 123 millones, en línea con las previsiones de la compañía. “Estamos muy satisfechos porque el contexto de mercado durante el primer semestre ha sido complejo, todavía afectado por la incertidumbre de la pandemia, que ha alargado los procesos de contratación, y con los costes de construcción al alza, que subieron un 13,5% interanual en septiembre. Aun así, hemos cumplido nuestros objetivos de contratación y las ventas se han situado en el marco esperado”, ha detallado.
Alianzas estratégicas en industrialización
La compañía está “convencida de que una construcción responsable es posible y para ello, el sector debe evolucionar sin excusas y sin demora hacia un modelo industrial”, ha afirmado Michel Elizalde. En este marco, la constructora ya ha articulado alianzas con fabricantes nacionales e internacionales, especializados en diferentes sistemas y tecnologías, que, “apoyados en nuestra dilatada experiencia a nivel técnico, nos permiten buscar la solución más adecuada para cada proyecto, ya sea a través de sistemas de steel framing, madera, sistemas híbridos, hormigón o construcción modular”, ha declarado.
Además, la constructora navarra está teniendo muy buenas experiencias en proyectos desarrollados bajo procesos colaborativos, que ya representan el 20% de su cartera, con 22 proyectos en diferentes fases de desarrollo, 7 de ellos ya en obra, presentando excelentes resultados. “El objetivo es avanzar hacia modelos de colaboración total como los Integrated Project Delivery (IPD), ya con presencia en nuestro portfolio”, ha precisado Elizalde.
También cabe destacar el dinamismo de su actividad innovadora, donde la constructora ha certificado 16 proyectos como I+D+i en tan solo tres años y cuenta con otros cinco proyectos en marcha relacionados con economía circular, eficiencia energética, digitalización y construcción 4.0 e inteligencia artificial y robótica. En concreto, la firma invierte un 0,7% de su facturación en innovación. Además, la compañía, pionera en la aplicación de LEAN Construction, está inmersa en una nueva revisión de sus procesos, inspirada en su filosofía de mejora continua, y ya aplica Last Planner System y 5S a todas sus obras, y modela en BIM todos sus proyectos desde la fase de estudio.
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