A pesar de la complejidad del contexto social, político y económico en el que hemos iniciado este 2022, parece que el sector inmobiliario ha conseguido hacer de las cifras históricas una norma, demostrando la solidez de su recuperación. Si en 2021 la compraventa de viviendas se disparó un 34,6% con respecto al año anterior, marcando su mejor dato desde 2007; 2022 no ha hecho más que reafirmar esta tendencia alcista. Tanto es así que, según el Colegio de Registradores de España, las compraventas de viviendas crecieron en enero un 31,8%. Datos que, por otro lado, nos permiten concluir que la inflación no ha podido con la resiliencia de este sector.
Con todo ello, nos encontramos sumergidos en una suerte de inercia en torno al incremento de las transacciones, que se encuentra reafirmada por el número de hipotecas sobre viviendas realizadas en 2021, llegando a dispararse un 23,6% y alcanzando su mayor cifra registrada en los últimos 11 años. En definitiva, tras la pandemia provocada por el Covid-19, la vivienda se ha convertido en el “valor refugio” por excelencia; una tendencia que ya veníamos observando desde hace tiempo en Casavo, gracias a nuestra estrecha relación tanto con agencias inmobiliarias como propietarios para la compra instantánea de viviendas.
Si bien es cierto que ante la incertidumbre y preocupación debemos tratar siempre de ver las cosas de una manera positiva, pensamos que es momento de reflexionar sobre una nueva forma de entender la economía doméstica. Los niveles del IPC, que han alcanzado el 5,8%, y las últimas previsiones de la inflación por parte del Banco Central Europeo, que suben hasta el 3,2%; han puesto en jaque la posición del ahorrador tradicional, hasta ahora acostumbrado a guardar sus ahorros sin pensar en su rentabilidad.
En este contexto, es innegable afirmar que el “ladrillo” se ha erigido como una de las opciones más fiables a la hora de que los ciudadanos puedan dinamizar sus ahorros, haciendo frente así a la actual coyuntura económica. Los últimos estudios demuestran que durante 2021 la rentabilidad de la vivienda se situó en un 6,5%, cifra más que reseñable si observamos la rentabilidad del resto de productos de ahorro ofrecidos por las entidades bancarias en nuestro país.
La sociedad española en su conjunto, y más concretamente su economía, ha sido capaz de procurar la transición hacia una situación financiera más rentable y sostenible. Hecho que se sustenta, como no podía ser de otra forma, en las transacciones registradas a lo largo del año pasado: el 23% de las compraventas de segunda mano tuvieron como objetivo la inversión. A pesar de que, a priori, podíamos anticipar que las trabas legislativas, como es el caso de la nueva Ley de Vivienda, iban a provocar una desaceleración del mercado inmobiliario, los particulares que buscaban la rentabilización de sus ahorros optaron por la vivienda como apuesta segura.
Además, debemos poner en relieve que, ante la reciente subida del Euríbor, que ha cerrado febrero en -0,335%; desde Casavo concebimos la compra de inmuebles como un “escudo” ante posibles subidas no solo de este índice, sino también del IPC.
Llegados a este punto, y tras un análisis pormenorizado del mercado, hemos encontrado tendencias interesantes que podrían ayudar a los futuros inversores particulares a tomar la decisión más acertada a la hora de comprar una vivienda. Actualmente el mercado muestra una fragmentación acentuada que hace de las grandes urbes como Madrid y Barcelona las opciones más acertadas para este tipo de inversiones.
Sin embargo, la demanda de vivienda para el alquiler no solo responde a la localización, sino que se rige también por las nuevas tendencias de compra y consumo demostradas por los compradores a la hora de elegir la vivienda más apropiada para poner en alquiler. Es importante subrayar, por tanto, que los inquilinos se decantan por inmuebles con buena iluminación natural, zonas ajardinadas y, sobre todo, mucho espacio.
En definitiva, ubicación y características del inmueble son un binomio indivisible para incentivar el alquiler de los inmuebles adquiridos con el propósito de convertirse en inversión. Factores que ayudarán a los compradores a dinamizar sus ahorros ante la actual inflación y la subida del Euribor que responde a la regulación del mercado, consiguiendo rentabilizar la inversión en niveles estables, ante el posible encarecimiento de la vivienda entre un 2% y un 6% a lo largo de 2022.
Director General de Casavo para España y Portugal.