La evolución y las tendencias del mercado de lujo han marcado, desde la antigüedad, un precedente en el conjunto de la industria inmobiliaria. En otras palabras, las grandes carteras siempre han sido las primeras en incorporar los nuevos hábitos de consumo que condicionan por completo el desarrollo de la actividad. Pero, ¿dónde ponen ahora el foco los más pudientes? Sin lugar a duda, en las características sostenibles de los inmuebles.
Desde hace años, el interés de inversores nacionales y extranjeros ha evolucionado acorde a los estándares de sostenibilidad, cada vez más presentes en el desarrollo de todo tipo de actividades económicas. En este sentido, el respeto por el medio ambiente se ha trasladado especialmente al ámbito de la construcción, considerado el primer eslabón en la cadena de producción de la industria inmobiliaria. En concreto, los constructores orientados al luxury real estate tienen muy claro que deben apostar por materias primas que sean respetuosas con el planeta y que promuevan la eficiencia energética en las viviendas de obra nueva. Sin embargo, ¿es la sostenibilidad una preocupación que solamente afecta a cuestiones relacionadas con la construcción de las viviendas y los materiales usados? En mi opinión, claramente no.
Nos encontramos en un momento de transición hacia modelos sociales implicados en el cuidado del medio ambiente y eso implica cambios estructurales en distintos ámbitos. Por ejemplo, uno de los aspectos de más actualidad entorno a la sostenibilidad está relacionado con la movilidad. El debate generado sobre los nuevos modelos de transporte como, por ejemplo, los vehículos eléctricos, pone sobre la mesa una nueva realidad en la construcción de viviendas. Actualmente, las viviendas de lujo deben estar adaptadas a los nuevos métodos de transporte y sus necesidades. Como es evidente, existe una correlación directa entre las características que deben tener los nuevos aparcamientos en las viviendas residenciales y el auge de vehículos eléctricos. En este sentido, el residencial de lujo ya ha integrado la importancia de proporcionar a inquilinos e inversores parkings que cuenten con puntos de carga eléctrica para coches e incluso patinetes.
Otro ejemplo del cambio de paradigma social aplicado al sector inmobiliario de alta gama es el decreciente consumo de agua embotellada. Con el fin de reducir los residuos plásticos generados es cada vez más habitual recurrir a sistemas de filtrado de agua como la osmosis. En el mercado inmobiliario de lujo, esta tecnología de filtrado de agua cada vez está más presente y demandada entre los inversores.
Sin lugar a duda, ambos ejemplos ponen de manifiesto la importancia que tiene la aplicación de la tecnología en la consecución de un parque residencial mucho más sostenible y cuidadoso con el planeta. Además, la integración de estos aspectos en el mercado de lujo debe servir de antecedente para el conjunto de la industria. Mientras que, inicialmente, estas cuestiones quedan limitadas a un público exclusivo, a día de hoy deben tenerse en cuenta a nivel general ya que, tarde o temprano, también estarán presentes fuera del mercado de lujo.
Así pues, a grandes rasgos, la integración de sistemas tecnológicos que promueven la sostenibilidad en la construcción o reforma de viviendas de lujo debe servir de guía en el desarrollo del sector. De forma recurrente, lo que ha ocurrido en el mercado del luxury real ha acabado por integrarse en la amplia mayoría del parque residencial.
Directora de Barnes Barcelona