El cambio climático es una cuestión que lleva preocupando mucho a la sociedad durante décadas. También es un tema de debate entre los gobiernos de las principales potencias económicas, España entre ellos.
Desde el gobierno español se han implantado objetivos y mejoras para combatir las emisiones contaminantes. Algunos de ellos son la Ley de Cambio Climático y Transición Energética o el Horizonte 2050, año en el que el país deberá alcanzar la neutralidad climática. Esto se logrará a través de medidas como el aumento de producción de energía renovables y la rehabilitación energética de edificios.
Los hogares y edificios son fundamentales en las sociedades. Sin embargo, suponen uno de los mayores responsables del consumo de energía de la Unión Europea. Según la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo, “los edificios representan el 40% del consumo de energía final de la Unión Europea”. Está claro que se trata de un problema al que se debe poner solución. Una solución que la Unión Europea está demandando a los países. Para ello, ofrece varias ayudas a la eficiencia energética en edificios. Además, cuenta con el respaldo del Fondo Europeo de Eficiencia Energética (FEEE).
«Tanto empresas como consumidores quieren un cambio y están dispuestos a participar en él».
No obstante, la lucha contra el cambio climático no es un tema limitado a los gobiernos y parlamentos. Es una cuestión social sobre la que la población es consciente. En el tema de construcción, los ciudadanos demandan cada vez proyectos más eficientes energéticamente.
Las empresas españolas responden a estas peticiones. Son muchas las compañías que abogan por este cambio de paradigma. Este es el caso de ALZA Obras y Servicios. Apostamos por materiales ecológicos en nuestros proyectos de construcción. A través del uso de equipos de climatización más eficientes como la aerotermia y la geotermia, en la empresa ofrecemos soluciones sostenibles a nuestros clientes.
Está claro que tanto empresas como consumidores quieren un cambio y están dispuestos a participar en él. Los altísimos porcentajes de impacto energético por parte del sector de la construcción deberían de alarmar lo suficiente para que se produzca un cambio inmediato. Necesitamos y siempre necesitaremos casas, eso es una obviedad. Pero podemos cambiar nuestros hogares. Construir bien y mantener los edificios ya existentes en sostenibles. Instruir a la población en gastar lo menos posible e invertir en opciones como las que ofrecen muchas empresas nacionales.
Parece que todos los factores señalan a un avance real. Un cambio que las organizaciones ecologistas llevan demandado desde hace décadas. ¿Será realmente este el último empujón para conseguir un crecimiento verde? Tal y como marcan los calendarios, las próximas décadas son cruciales. Otra oportunidad, y tal vez la última, para llevar a cabo el cambio que tanto prometemos y que no llega.
Director Técnico de ALZA Obras y Servicios