El proyecto “Second-Life” que Endesa ha puesto en marcha de forma pionera en su central térmica de Melilla ha sido reconocido con el prestigioso premio BASF en la categoría de Mejor Práctica de Economía Circular para Grandes Empresas. Este galardón que concede por segundo año el Grupo BASF y el Club de Excelencia en Sostenibilidad en colaboración con Corresponsables, premia proyectos que afrontan los desafíos de los recursos naturales limitados a través de distintos modelos de negocio circular.
Eso es precisamente lo que hace el proyecto “Second-Life” de Endesa, premiado en la categoría de Mejor Práctica de Economía Circular para Grandes Empresas. Este proyecto, pionero en Europa, utiliza las baterías antiguas de 78 coches eléctricos como fuente de energía, interconectándolas y almacenándolas en la central térmica de Endesa en Melilla. De esta forma se logra generar una potencia de hasta 4 MW y una energía máxima de 1,7 MWh, es decir, puede inyectar a la red eléctrica de Melilla energía durante 15 minutos en caso de incidencia en el sistema principal de la central.
“Para nosotros este proyecto ha supuesto todo un desafío”, ha comentado Rafael González, director general de Generación de Endesa y el encargado de recoger de forma virtual el premio debido a las restricciones de movilidad derivadas del Covid-19. También ha señalado que “Second-Life se puede convertir en un modelo de sostenibilidad ya que el número de vehículos eléctricos aumenta exponencialmente y la segunda vida de esas baterías juega un rol fundamental en el sector energético”.
“El proyecto de baterías Second-Life quedará integrado en la central térmica de Endesa proporcionando un respaldo a la producción de esta. El sistema eléctrico de Melilla es un sistema aislado que se beneficiará de una mayor estabilidad, calidad y garantía de suministro gracias a la aportación de las baterías, que también aminorarán la magnitud y el tiempo de la resolución de las incidencias en la red“, ha explicado Tomás Muñoz, responsable de Endesa de la planta de Melilla.
Este proyecto desarrollado por Endesa cuenta con la colaboración del fabricante de automoción Nissan y se utilizan “battery packs” de su modelo Nissan LEAF. La nueva vida de las baterías de los coches eléctricos no sólo garantiza la seguridad de suministro, sino que representa todo un avance en la reutilización de baterías de coches eléctricos que tienen una media de vida de unos seis años, dependiendo de su uso. Precisamente una de las innovaciones aplicadas en este proyecto es el hecho de que no hace falta desmontar las baterías, lo que facilita su uso.